El entrevistado recuerda que los delincuentes obligaron a bajar primero a Jonathan y Filemón, quienes dijeron que no tenían nada más que cuadernos en sus mochilas porque eran estudiantes. Sin decir nada, los sujetos les dispararon a corta distancia en la cabeza y el pecho. Este dato coincide con el dictamen de la necropsia consultado por Proceso.
Queda claro que con el asesinato de los compañeros normalistas se sigue sembrando el TERROR DE ESTADO, como una política gubernamental contra la oposición. Sin embargo, al presentar el hecho como un asalto, pretenden minimizar el trasfondo político, pero sobretodo, la acción quirúrgica con la que actuaron para decir aquí seguimos, los estamos viendo.