Absuelta mediante sentencia de amparo concedida en el expediente 757/07, otorgada por el juez federal noveno de distrito del Edo. Méx.” Fuente: La Jornada
Mi testimonio
La madrugada del 4 de mayo de 2006 la policía federal y estatal irrumpió en el poblado de San Salvador Atenco, después de la represión ocurrida un día anterior, arrasando con cada persona que encontraban a su paso, el gas lacrimógeno cubría las calles, y a lo lejos cientos de uniformados de negro con escudo y toletes.
Cuando me detuvieron ni siquiera sentí los golpes, mi mente estaba ocupada, escuchaba la voz de una mujer gritando e implorando que dejaran de golpearla, pero me imagino que los policías son sordos, porque la señora estaba bañada en sangre y seguían pateándola.
Tal vez tanto coraje e impotencia te ayuda a tener la fuerza para no darte por vencida, aún cuando eres arrodillada y humillada, que difícil es tratar de levantar la frente a pesar de los golpes, que difícil aguantar el abuso sexual, que difícil es ser mujer, porque ellos saben donde nos duele más. Lo peor ocurrió en el autobús, a mí, como a otras compañeras, me violaron, tod@s éramos golpead@s por cualquier movimiento o quejido, incluso por tratar de respirar, ya que estábamos encimados y no podíamos hacerlo, olía a sangre y olía a miedo; había un compañero entre mis pies con la cabeza llena de sangre, buscó mi mano hasta encontrarla y la apretó fuertemente, yo hice lo mismo, pienso que aunque no nos conocíamos, y no podíamos hablar nos dijimos: "no estás sol@ compañer@".
Nos decían que iban a matarnos y luego a desaparecernos, yo estaba segura de que así sería, y después de casi 4 horas de camino, que se hicieron una eternidad, el autobús se detuvo, a golpes nos bajaron y metieron al penal; fue la última vez que pisé la calle, desde ese día estoy presa en Santiaguito, Almoloya de Juarez. Me acusan de ataques a las vías de comunicación, agravado, sin ninguna prueba en mi contra. El proceso que llevo junto con 26 personas mas, es muy lento y no sabemos si el gobierno un día nos querrá dejar salir.
A pesar de todo seguimos en pie, si algo puede hacer menos desesperante este encierro es seguir luchando.
Sabemos que cuando la lucha es auténtica debe darse en cualquier circunstancia o lugar donde nos encontremos. Compañer@s, tal vez no nos conozcamos, o ni siquiera sepan nuestros nombres; pero pienso que así como much@s acudimos a Atenco, sin conocer el rostro o el nombre de nadie, podemos seguir organizándonos para que esto no se detenga, tod@s somos compañer@s, herman@s de lucha y debemos seguir en pie; sigamos siendo capaces de alzar la voz cuando una injusticia sea cometida; ahora sé que nuestra palabra sincera, atraviesa muros; que nuestra lucha, dobla rejas; y si bien nos han quitado la libertad física, nuestros ideales jamás podrán tocarlos porque estos son libres.
Norma Jiménez Osorio
Presa política abajo y a la izquierda
¡¡Pueblo, alza tu voz hasta curarle a la justicia la sordera!!
¡¡Pres@s Polític@s, Libertad!!
Fuente: Página de Norma Jiménez