El 13 de abril David Venegas fue detenido y acusado de venta de estupefacientes. Durante horas fue golpeado con el fin de que aceptara los cargos que se le imputan (que él niega rotundamente) y que diera nombres de personas involucradas en la lucha social. Recluido en la penitenciaría de Ixcotel, le fueron imputados cargos de sedición y quema de edificios por la resistencia, al final de la insurrección, contra las tropas federales [ver DIAGONAL nº 44]. Recientemente recibió la visita de un representante del Gobierno que amenazó a su familia y a él mismo con ser trasladado a un penal de alta seguridad si no colaboraba.
Venegas participó en la insurrección oaxaqueña desde las barricadas y las representa en el seno del Consejo Estatal de la Asamblea Popular del los Pueblos de Oaxaca (APPO). Ahora es su último preso político.