El 4 junio del 2020, Policía Estatal ingresaron al pueblo y detuvieron a Tomás Martínez Mandujano, Leticia Cruz Hernández y Mauricio López Abundiz, todos fueron recluidos en el penal de Barrientos en Tlalnepantla.
El único «crimen» de Leticia Cruz Hernández, indígena Ñañhu (Otomí) ha sido vivir en Llano Grande, una comunidad de usos y costumbres que durante años ha sido marginada y sufrido discriminación, acoso y señalamientos por parte de las autoridades estatales y, sobre todo, municipales, antes de su detención, defendieron su territorio y agua frente a intereses del ayuntamiento y empresas inmobiliarias que pretendían despojarlos de estos recursos; sin embargo, como consecuencia, recibieron hostigamiento, agresiones y fabricación de delitos..
Ella forma parte del grupo de activistas que, al no recibir servicios públicos por parte del gobierno de Nicolás Romero, se han organizado para autogestionar sus necesidades durante ocho años.