El indígena zapoteco de San Agustín Loxicha, Zacarías Pascual García López, sentenciado por las acusaciones de su presunta participación en un ataque armado del Ejército Popular Revolucionario (EPR), salió libre ayer por la tarde del el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Mengolí, Miahuatlán de Porfirio Díaz.
Según informes de familiares, pudo obtener su libertad por una preliberación concedida por un juzgado federal, después de haber cumplido dos terceras partes de su sentencia.
García López fue detenido en 1997 y condenado a 24 años de prisión por los delitos de conspiración, terrorismo, homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa, por la ofensiva de la organización armada revolucionaria el 29 de agosto de 1996, en instalaciones policiales y de la Armada de México, en La Crucecita, Huatulco.
De hecho, era el último loxicha que estaba aún en la cárcel por estos hechos, en los que murieron policías y marinos.
Durante su estancia en el Cefereso, la esposa y los hijos de García López denunciaron que fue sometido a trato inhumano, tortura psicológica y al aislamiento durante 11 meses.
Entre 1996 y 1997, las policías federal y estatal, así como el Ejército Mexicano detuvieron a unos 150 indígenas zapotecos de San Agustín Loxicha, a quienes después acusaron de pertenecer al EPR y de participar en el ataque en La Crucecita, Huatulco.
Aunque también se registraron detenciones ilegales y ejecuciones extrajudiciales, así como desapariciones forzadas de otros más.