Rebeca Luna Jiménez
Luego de 20 años con tres meses en prisión, la noche del sábado 18 de febrero, Justino Hernández José fue puesto en libertad luego de cumplir una sentencia injusta acusado de pertenecer al Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Justino Hernández José fue detenido el viernes 29 de noviembre de 1996 y sometido al proceso penal 13/97 en el Juzgado Cuarto de Distrito por los delitos de conspiración, homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa.
Este ciudadano ha pasado la mayor parte de su vida en prisión y aunque se le promovió una preliberación y se pagaron las reparaciones del daño para que se la hicieran efectiva, no fue posible tener acceso a la justicia.
Zacarías Pascual García López, preso en el Centro Federal de Readaptación Social número 13 de Mengolí de Morelos, Miahuatlán; Álvaro Sebastián Ramírez y Abraham García Ramírez, presos en la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel; así como Fernando Santiago Enríquez, preso en el reclusorio regional de Miahuatlán y quien tiene también una sentencia por homicidio en el fuero común pasan por la misma situación que Justino Hernández José.
Por otra parte, Felipe Ruiz Cruz, recluido en el reclusorio regional de Miahuatlán y Tomás López Almaráz, preso en el reclusorio regional de Pochutla, se encuentran en prisión por delitos del fuero común.
El ahora exconvicto señaló que de los 500 loxichas que fueron detenidos junto con él, éstos son los casos de los ciudadanos que purgan sentencias infames, mientras muy pocos guardan recuerdo de los desaparecidos, muertos o exiliados de aquella guerra sucia ocurrida durante el gobierno de Diódoro Carrasco contra los indígenas zapotecos.