A los medios de comunicación nacional y del extranjero
A los organismos defensores de los derechos humanos
A las organizaciones populares, democráticas e independientes
Al pueblo en general
Dilación e impunidad, política del Estado mexicano contra las víctimas del terrorismo de Estado
Se cumplen 14 meses del asesinato político del compañero Héctor Sántiz López, crimen cuya responsabilidad es del Estado mexicano, y el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) condena el actuar represivo, impune y la dilación del Estado mexicano y sus estructuras con relación al asesinato del compañero, así como de otros crímenes de Estado cometidos contra nosotros y al pueblo en general.
Por enésima ocasión denunciamos que el asesinato de nuestro compañero es responsabilidad del Estado mexicano y las instituciones que dependen de éste en Chiapas, e intentan condenarlo al olvido. Actitud que muestra la indolencia, dilación e impunidad del Estado mexicano contra los pobres del campo y la ciudad que han perecido por la barbarie de las fuerzas represivas.
En ese contexto el Estado mexicano, de una y varias maneras, busca acabar con la organización del pueblo, el FNLS dan cuenta de ello. Desde el mando único se despliega las fuerzas represivas contra las comunidades organizadas en nuestro proyecto político y la represión es sistemática contra nosotros.
Muestra de ello, el 20 de noviembre de 2016 el ejército mexicano intentó desalojar y amenazó con detener a los compañeros de Altamirano y del ejido Las Perlas, municipio de Altamirano; el Estado mexicano insiste mediante sus fuerzas represivas minar la organización y resistencia de los compañeros del ejido El Carrizal, municipio de Ocosingo como del resto de las comunidades integrantes del FNLS.
La represión contra nosotros es un fenómeno que amenaza ejecutarse de manera selectiva y masiva donde tenemos presencia y arraigo, de ese modo, el Estado mexicano no solo intenta acabar con nuestro proyecto político, sino aterrorizar al pueblo para detener todo proceso organizativo.
Por lo tanto, no son hechos fortuitos o casos aislados de la realidad de muerte y represión que existe a lo largo y ancho del país, tiene objetivos claros y definidos, garantizar las ganancias de la oligarquía en este momento histórico marcado por la crisis económica del capitalismo en nuestro país.
De esa magnitud es la obra criminal del gobierno mexicano contra los trabajadores del campo y la ciudad, labor que no podemos comprender sin el terrorismo de Estado, porque la profundidad a la que ha escalado esa política gubernamental, refleja el servilismo hacía los dueños del capital que se imponen mediante un estado policiaco militar y el paramilitarismo como punta de lanza contra los pueblos organizados.
De ahí que el Estado mexicano sea el responsable de los crímenes de lesa humanidad que se cometen a lo largo y ancho del país, en consecuencia, el caso del compañero Héctor no es ajeno a esa larga lista del terror.
Ante la exigencia de justicia por cada víctima del pueblo, la respuesta del Estado y sus instituciones ha sido la dilación, impunidad e indolencia por lo que constituye política de Estado, con la cual pretende diluir su responsabilidad en todos los crímenes de lesa humanidad.
En ese contexto, el pueblo y sus organizaciones, bajo ninguna manera debe dejar los crímenes de Estado sepultados en el olvido, es necesario desenmascarar la autoría del Estado mexicano en cada uno de los crímenes de lesa humanidad, el carácter antipopular, profascista y proimperialista del régimen actual y mantener la bandera de lucha de exigencia de juicio y castigo a los responsables de estos crímenes porque las víctimas son los hijos del pueblo.
Cada víctima del pueblo, es una razón para luchar, de indignación y coraje a volcar en las calles y plazas públicas para exigir justicia y castigo por cada crimen de Estado cometido contra el pueblo, además, ¿por qué esperar a ser víctimas de las balas asesinas de las fuerzas represivas para organizarnos?
Defender los intereses del pueblo y luchar por mejores condiciones materiales de vida no es un crimen, sino, el derecho legítimo a luchar por la vida y mejores condiciones materiales de existencia de cada uno de los trabajadores del campo y la ciudad.
No permitamos más humillaciones, los atropellos del gobierno mexicano son muchos, entre ellas, la imposición de las leyes neoliberales, y el pueblo ha dado muestras claras de descontento a causa de esa legalidad burguesa, lo que exige de todos los sectores populares ante el terrorismo de Estado es: organización y resistencia con carácter combativo.
Desde esta tribuna de denuncia, condenamos los actos de terrorismo de Estado contra el magisterio del bloque democrático de la sección 07 de la CNTE-SNTE, que a través de pistoleros y agentes estatales el gobierno de Chiapas Manuel Velasco Coello, pretenden socavar, someter con un baño de sangre la voluntad de lucha en defensa de la educación pública de los trabajadores de la educación.
¡Alto al terrorismo de Estado!
¡Justicia y castigo por todos los crímenes de Estado cometidos contra el pueblo!
¡Alto a la militarización y paramilitarización del país!
¡Por la unidad, obrero, campesino y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo