Alina Navarrete FernándezChilpancingo
Octubre 13, 2016
Marchan más de 2 mil manifestantes en la capital para exigir la libertad de presos de la Policía Comunitaria
Participan familiares de detenidos, integrantes de la CRAC, de la CETEG y del SUSPEG, padres y familiares de los 43 normalistas, estudiantes de Ayotzinapa y activistas. Reiteran su rechazo a las reformas estructurales
Unos 2 mil familiares de presos políticos, integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), de la Sección 18 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), padres y familiares de los 43 normalistas detenidos desaparecidos desde hace dos años, estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y activistas, marcharon en la capital para conmemorar el aniversario del Día de la Raza.
Los manifestantes exigieron la liberación del promotor de la Policía Comunitaria de Tixtla, Gonzalo Molina González, del policía comunitario de la Casa de Justicia de Zitlaltepec, Samuel Ramírez Gálvez, y del asesor de la Casa de Justicia de El Paraíso, Arturo Campos Herrera, los dos primeros presos en la cárcel de Chilpancingo y el tercero, en Ayutla; también rechazaron las reformas estructurales del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en especial “la mal llamada” reforma educativa.
A las 11:20 de la mañana, los manifestantes partieron en marcha desde la Alameda capitalina hacia el Palacio de Gobierno; en el recorrido, el contingente fue vigilado de cerca por policías estatales y de Tránsito municipal a bordo de motocicletas, pero no hubo incidentes en las acciones.
Los familiares de los presos políticos portaban lonas con los retratos de Gonzalo Molina, Samuel Ramírez y Arturo Campos, mientras que los maestros portaban lonas y mantas con las siglas de la CETEG, de acuerdo con la región de la que provenían; por su parte, los integrantes de la Subsecretaría de Educación de Pueblos Originarios portaban una manta en la que exigieron que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) los reconozca y les entregue nombramientos.
En la marcha resaltaron las consignas, “presos políticos libertad”, “libertad, libertad, a los presos por luchar”, “magisterio y pueblo unidos jamás serán vencidos” o “vivos se los llevaron, vivos los queremos”; una camioneta blanca que portaba equipo de sonido sirvió para que, durante el recorrido, varios maestros y familiares de los presos denunciaran las omisiones de las autoridades ante los crímenes en el estado y las desapariciones forzadas, y exigieron justicia.
En el Palacio de Gobierno fue evidente la ausencia de los policías estatales con equipo antimotines que resguardan las instalaciones, aunque el acceso a las escalinatas estaba bloqueado con vallas amarradas con cadenas y candados para evitar que los manifestantes protestaran frente al portón principal del complejo de oficinas.
El subsecretario de Educación de Pueblos Originarios, Taurino Rojas González encabezó el mitin frente al Palacio de Gobierno, dijo que el 12 de octubre no es una fecha para celebrar en el país, ya que hace 524 años inició la invasión colonial, el genocidio y exterminio de los pueblos originarios de América, de México y de Guerrero.
Dijo que los pueblos originarios del estado luchan para mantener intactas sus raíces, costumbres y tradiciones, pero también se enfrentan al rezago educativo, por lo que la SEG debe reconocer a la Subsecretaría de Educación de Pueblos Originarios, para que ésta pueda comenzar a trabajar y apoyar a los indígenas; en su intervención, Rojas González le cedió la palabra a otros integrantes de la subsecretaría, que en náhuatl y tu’un savi exigieron respeto, y concluyeron su participación con la consigna “cortaron nuestros frutos, cortaron nuestros troncos, pero no pudieron arrancar nuestras raíces”.
La madre de Samuel Ramírez, Beatriz Gálvez Macario, dijo que su hijo fue acusado por las autoridades de portar armas de manera ilegal, pese a que nunca las usó para hacer mal a la sociedad, sino para defenderla; aseguró que el delito fue fabricado por el gobierno para detenerlo, y agradeció la participación de maestros y activistas en la marcha para exigir su liberación, y la de todos los presos políticos.
Contó cómo fue detenido Samuel Ramírez, con su grupo de trabajo, por policías municipales y militares en la cabecera municipal de Cochoapa el Grande el 6 de octubre de 2013, y expresó que Samuel, Gonzalo Molina y Arturo Campos están en la cárcel, “pero nosotros estamos afuera para luchar por ellos”.
La esposa de Gonzalo Molina, Ausencia Honorato Vázquez dijo que seguirá luchando hasta que el líder salga libre, y que si sigue preso es sólo por la mala fe de las autoridades que se dedicaron a alargar su proceso, agradeció el apoyo de las organizaciones sociales y les pidió que no dejen de manifestarse hasta que todos los presos políticos estén libres.
También intervino el activista de derechos humanos y abogado de Gonzalo Molina, Hegel Mariano Ramírez, quien a nombre de luchador social agradeció el apoyo de las organizaciones sociales y dijo que gracias a la presión que han hecho a través de las protestas, los policías municipales que inicialmente acusaron al promotor de la CRAC de Tixtla de incurrir en delitos, desistieron de sus señalamientos y reconocieron a la coordinadora como una institución.
Mariano Ramírez pidió al presidente del Tribunal Superior de Justicia, Robespierre Robles Hurtado, que coadyuve para que el proceso jurídico de Gonzalo Molina concluya a la brevedad posible.
Por su parte, la esposa de Arturo Campos, Agustina García de Jesús dijo que el asesor de la CRAC ha luchado por su pueblo, y que su detención, igual que las de sus compañeros, es injusta, y que las autoridades tienen que ordenar su pronta liberación; al inicio de su intervención, Agustina García habló en tu’un savi.
También participó, la madre del normalista de Ayotzinapa desaparecido José Eduardo Bartolo Tlatempa, María de Jesús Tlatempa Bello, quien se solidarizó con las familias de los presos políticos y aseguró que el gobernador, Héctor Astudillo Flores decidió continuar la línea de represión que marcó Peña Nieto, al ordenar que policías estatales desalojaran a maestros de una protesta pacífica, así como al no garantizar la seguridad en el estado.
Reprochó que las autoridades no hayan podido encontrar a los 43 normalistas desaparecidos y que, en cambio, fabriquen delitos a los luchadores sociales para encarcelarlos; pidió el cese al hostigamiento de las autoridades y exigió la libertad de los presos políticos, y la aparición con vida de los 43 normalistas.
Antes de que el mitin concluyera, vía telefónica, Gonzalo Molina y Samuel Ramírez saludaron a las organizaciones sociales y les agradecieron su apoyo, solidaridad y que continúen la lucha para exigir que cesen los crímenes en el estado y la desapariciones forzadas; también condenaron los asesinatos de los normalistas de Ayotzinapa, Jonathan Morales Hernández y Filimón Tacuba Castro.
Al final, los manifestantes entonaron el himno Venceremos y luego se retiraron, alrededor de las 2:30 de la tarde.