Mi nombre es Eduviges Margarita Cruz Sánchez, fue poco la convivencia con mi hermano, él tuvo que partir a muy corta edad, pero él fue…, es porque todavía está vivo, hijo de un matrimonio humilde, unido. Mis padres fueron personas que supieron educarnos a su manera.
Mi mamá siempre fue enérgica, mi papá calmado, tranquilo, pero cuando mi mamá no podía con nosotros, era el que nos hablaba, preferíamos que no nos hablará porque era enérgico en ese sentido, tal vez de ahí aprendió mi hermano.
Mi padre siempre fue una persona muy honesta. Mi madre, mujer de hogar, cuando iban los señores de los pueblos campesinos a vender sus cosas, venían de la sierra, pasaban por la casa y ella les decía mira tu hijo le echamos un baño; los bañaba, les daba de comer, una vez le tocó un niño enfermó, lo curó, no sé qué enfermedad tenía, mis hermanos estaban chicos, no nos contagiamos, cuando estuvo bien se lo llevaron sus padres.
Si le pedían de comer los pasaba y les daba, la gente se iba contenta. Mi mamá fue muy solidaria, sencilla, trabajadora y humana. A pesar de no tener estudios supo educarnos con valores como la solidaridad, humanismo, responsabilidad, trabajo, a mis hermanos les decía que un hombre de la casa tenía que aprender a manejar las herramientas, que no fueran inútiles. Así fue que de esa relación nacimos diez hermanos.
Gabriel Alberto Cruz Sánchez nació el 24 de marzo de 1952 en la ciudad de Oaxaca. El séptimo de diez hermanos, realizó sus estudios en esta ciudad. Estudió en la Escuela Primaria Pérez Gasca, y luego nos pasaron a la escuela Vicente Guerrero. En la primera escuela estuvo en el equipo de la banda de guerra, tocaba el tambor; en la otra escuela terminó la primaria. Siempre se caracterizó por su enorme interés en la lectura, desde su corta edad fue un brillante estudiante, obteniendo los primeros premios académicos.
A él lo premiaron en primer año de primaria, eso nos contó mi mamá, por leer a temprana edad y rápido los cuentos, por eso le dieron un premio.
Recuerdo una anécdota que tengo muy presente cuando los dos íbamos a la primaria se portaba como el hermano mayor, me llevaba de la mano, siempre me cuidaba. Fue muy independiente, pero conmigo siempre estaba al tanto, en una ocasión cuando íbamos juntos a la escuela un niño me escondió mis libros. Me puse a llorar y fui a buscar a Gabi a su salón y le dije llorando: Manito un chamaco me quitó mis cuadernos, él se salió de su salón diciendo ¿Quién fue?, señale al niño y dijo ¡déjalo! a la salida lo vemos.
Cuando salimos de clases lo alcanzamos le dijo ¿Por qué le quitaste los libros a mi hermana?, se iban a golpear, mi hermano me dijo si tú ves que me golpea su hermana la agarras, porque también es brava. Si, le dije, pero no hubo necesidad porque le dio un golpe y se cayó. En ese momento nos echamos a correr como bala y al llegar a casa le dije a mamá, Gabi golpeó a un niño porque escondió mis libros. No dijo más sólo espero el reclamo de la mamá del niño y explicarle porque le había pegado Gabi. Mi mamá nos decía siempre tienen que decirme la verdad porque si no yo no podré defenderlos.
En la casa nos formaron con valores como la solidaridad, responsabilidad, disciplina, trabajo, todos teníamos que aprender a manejar las herramientas de trabajo. Así nos formaron mis padres, tal vez por eso mi hermano fue tomando conciencia de su lucha. También teníamos obligaciones, nos distribuían las tareas de la casa. A él le tocaba lavar los trastes, pero me decía manita, manita me ayudas la lavar los trastes y le decía bueno pues te voy a ayudar y me dejaba las ollas, los trastes más grandes.
Así fue como pasamos esta etapa en mi casa. Posteriormente terminó la primaria y asistió a la Escuela secundaria y posteriormente a la preparatoria de la Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca, en esa época entraban desde la secundaria a la universidad. Siempre de manera comprometida y disciplinada, obteniendo el reconocimiento de estas instituciones en diversas ocasiones.
Asimismo, Gabriel mantuvo un compromiso social con su comunidad estudiantil. A su corta edad, en la preparatoria, empezó a meterse a las luchas estudiantiles, organizaba con sus compañeros de la escuela actividades cuando aumentaban el pasaje del camión, hacían denuncias. Él se caracterizó por ser muy calmado, estudioso, responsable, comprensivo y humanitario, capaz de ayudar en lo que pudiera a las personas de su alrededor y comprometido con las causas justas, por eso la base estudiantil lo eligió para ser secretario de la mesa directiva del Comité Estudiantil.
En ese tiempo estaba muy fuerte la represión en contra de los estudiantes, eran perseguidos, hostigamos y había mucha represión. En ese contexto fue cuando mataron a uno de sus compañeros de la misma preparatoria.
Para exigir justicia y que no quedará en la impunidad junto con otros compañeros de la preparatoria detuvieron a un profesor por unos días para exigir justicia de la muerte de su compañero estudiante. Por ese hecho los detienen y son trasladados a la penitenciaria. Sus demás compañeros exigían su libertad, los nombraban como presos políticos.
Él salió libre por la fuerza estudiantil universitaria, fue mucho el apoyo que tuvo, varias movilizaciones. Mi hermana nos contó que cuando iban a la penitenciaria, eran tantos los estudiantes que pedían su libertad que querían tirar la puerta del juzgado y ella salía a decirles cálmense. Estuvieron como seis meses presos, en ese tiempo sus compañeros pedían su libertad, yo iba en la secundaria. Mi mamá se dedicó a defenderlo y buscar su inocencia y su libertad.
Cuando sale de la cárcel, al no comprobársele los delitos del cual lo acusaban, continúa en la preparatoria, hasta terminar. Iba a recibir mención honorífica por sus calificaciones, pero llegó tarde a un examen, le ganó el sueño y mi mamá no lo despertó.
Él es mi hermano a pesar de su corta edad, era un joven muy maduro, siempre lo veíamos estudiando, preparándose. Le gustaba ir al cine. Me recomendaba mucho que viera la película “El Violinista del Tejado”. Con mi hermana la casada se ponía a platicar a dar consejos, siempre muy metódico, paciente, parecía que a todo le daba tiempo con calma, tranquilo, no se alocaba. Hasta para tener novia era muy tranquilo.
Lo seguían mucho las mujeres, yo me peleaba con ellas, me chocaba porque estaban afuera de mi casa, ahí estaban hasta que él llegaba, les decía váyanse, le contaba a mi hermano, te vino a buscar fulana, y la corrí, soltaba la carcajada y me decía déjalas no te preocupes.
Nosotros éramos muy respetados en el barrio. No nos podían decir adiós, porque así les iba. Además nos relacionábamos con todos los niños del barrio, salíamos mucho a jugar a la calle a la cuerda, al torito, al beisbol. Les daba risa porque me decía nada más le pegas a la pelota con el bate y corres y no te dejes tocar porque si no perdemos.
En sus consejos nos decía, estudia hermana, estudia, no seas como las mujeres que no saben, deben de aprender. A veces nos recomendaba leer novelas como La Madre, Los Miserables, que estudiáramos todo tipo de libros, hasta El Quijote, Los Olvidados, siempre estuvo en su mente ayudar a la gente, al ser humano.
En una ocasión, cuando entré a la prepa reprobé un examen, me puse triste y a llorar, él me encontró llorando y me dijo: ¿Qué te pasó?, le dije con voz entrecortada, reprobé. Él sereno me dijo: te dije que ibas a reprobar porque te la pasas matando zancudos, no seas bruta aprende. Ven me ayudó a estudiar y cuando presenté mi examen extraordinario lo pasé. Estaba tan contenta que fui corriendo a darle la noticia. Me dijo ¿Qué pasó?, ya lo pase manito. Así era mi hermano calmado, paciente, solidario, ayudando a superarnos.
Él leía los libros de Marx, Lenin. Cuando iba a tener un examen solo repasaba sus apuntes y pasaba. Se daba tiempo para hacer deporte. Su defecto era meterse al baño con un libro y tardaba horas, cuando queríamos entrar no podíamos porque ahí estaba leyendo sus libros o el periódico. Leía sus libros, periódicos, le gustaba conocer, preparase todos los días.
También era muy juguetón, siempre jugábamos con los sobrinos, y muy comelón. Parece cuento lo que les digo, pero ahora que están ustedes presentes me motiva decirles que mi hermano, es una persona muy humana; el Estado y sus aliados lo catalogan como a un delincuente y no es eso. Es un luchador social que simplemente por sus ideales luchaba junto con el pueblo por un mundo mejor con justicia, igualdad y dignidad, que seamos un pueblo unido, que no haya tanta perversidad.
A él el Estado lo juzga como un delincuente y a veces los delincuentes son los de cuello blanco, pero a ellos nadie los detiene ni les hace nada y las personas, luchadores sociales como Edmundo y Gabriel son los más buscados, los desaparecen, los torturan, los arrancan de nuestras vidas.
Mi hermano partió a los 18 años y él tuvo que irse cuando el ejército y la policía lo estaban buscando, se tuvo que ir. Nosotros en ese entonces no sabíamos por qué, se despidió principalmente de mí, fue a mi trabajo y me dijo: hermanita me voy a ir de la casa, después vas a enterarte por qué, cuida a mamá, a papá y a mis hermanos pequeños. Me tomó por sorpresa su comentario, no comprendía lo que me decía Pero ¿a dónde te vas a ir? Él me vio sereno y tranquilo como siempre lo hacía cuando nos daba un consejo. No te puedo decir a dónde voy, me abrazó, no dijo más y se fue. Al poco tiempo llegó el ejército y la policía, en ese entonces era la Brigada Blanca, a catear la casa, entonces comprendí las palabras que me dijo. Y ahora digo que bueno que se había ido, sino se lo hubieran llevado y no le hubieran dado la oportunidad de haber luchado tantos años.
Desde la edad de 18 años Gabriel se fue con la idea de luchar por lo que quería y creía, tener un país más justo. Y desde ese día mi mamá, hermanos y yo no supimos más de él hasta el día en que nos enteramos de su detención-desaparición. Eso me duele porque deje de ver a mi hermano por muchos años y me enteré verdaderamente de lo que estaba haciendo cuando lo desaparecieron.
A todos los que lean esto les quiero decir quién es, es una persona, tal vez como ustedes, él estuvo anteriormente, en su juventud luchando; por eso ahora el gobierno lo desapareció. No es delincuente, porque para nosotros en la familia fue una persona intachable, era el hermano que cuidaba a la hermanita. Su delito es tener sus ideas de igualdad para el pueblo y que al leer esto es para que sepan cómo ha sido su vida y no es como lo juzga el gobierno que son criminales, terroristas o delincuentes, sino que son personas que les ha costado trabajo tener ideas progresistas, por eso no les conviene que existan hombres y mujeres con esas ideas, porque es perjudicial para el gobierno.
Hemos sido constantemente cateados, hostigados, a mi hermano el menor a los 11 años de edad se lo llevó el ejército y lo torturaron porque no encontraron a Gabriel. Es muy doloroso para mí hablar de este tema, pero quiero darles a entender que ellos son seres humanos.
Son siete años que hemos luchado y soportando todo, con mucho valor, aunque a veces flaqueo, pero aquí estamos presentes y con el apoyo de todos ustedes me da esa valentía para seguir adelante compañeros y muchas gracias por estar presentes, esto es un poco de lo que les puedo comentar acerca de mi hermano
¡PORQUE VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
Por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos Hasta Encontrarlos
Eduviges Margarita Cruz Sánchez