¡Hola amigos y amigas!
Estamos aquí juntxs, nosotrxs de este lado y ustedes del otro quizás. En
la lengua del Estado hay años o kilómetros que nos van a separar, pero lo que compartimos es bastante más grande que todos los kilómetros o años. El estado piensa crear una distancia entre nosotrxs, pero es al contrario: ¡Vamos a estar más juntxs que nunca!
Hoy es el 8, hace más o menos 60 horas que estamos viajando entre los carros de la pinche policía y los centros federal y provincial, aunque ellxs deciden que vamos a quedar aquí otras 48 horas, ellxs no tienen nada porque el silencio es más fuerte que la represión.
Lo más importante para mí ahorita es construir una fuerza más grande que la cárcel. Tenemos el contexto de hacer relaciones internacionales. Para mí la solidaridad es de amigxs, no soy una víctima o una detenida política, yo quiero utilizar la realidad que vivimos ahorita para construir amistad más fuerte y más grande. Estoy lista a combatir la autoridad aquí como afuera, nunca me voy a parar.
La cárcel es una realidad normal y voy a utilizar esta experiencia y espero que ustedes también para desarrollar una fuerza individual más fuerte cada día.
Estamos aquí y siempre vamos a estar aquí para afrontar toda la realidad en la cárcel y afuera.
UN ABRAZO GRANDE A TODOS Y TODAS.
¡CONTRA LA AUTORIDAD AQUÍ Y AFUERA!
Fallon
Con mucha energía y rabia escribo estas breves líneas para dar a conocer mi actual condición de secuestro por parte del Gobierno del Distrito Federal, asimismo para divagar un poco sobre algunos aspectos, creo que ahora me vienen bien.
Mi situación política aún no se decide, así que por obvias razones no puedo adentrarme tanto en los detalles para no entorpecer mi defensa.
La noche del domingo 5 de enero, las compañeras Fallon, Amelie y yo fuimos detenidxs por elementos de la policía como supuestos responsables de unos disturbios con bombas molotov realizadas a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y también del incendio de varios autos a una concesionaria de la NISSAN, de fuero federal y común respectivamente.
Hasta hoy miércoles 8 de enero se nos acusa de terrorismo, delincuencia organizada y daño a la propiedad ajena.
A pesar de todo nos encontramos bien, fuertes y unidxs y hemos llegado al tercer día de encierro entre preguntas, amedentraciones y telenoveleras escenas de montaje como el curioso caso de un falso grupo de derechos humanos que al estar a solas conmigo dijeron haber sido enviados por una compañera, me dieron su nombre y características, como en un principio les creí, empecé a platicar con uno de ellos que se mostró muy interesado en el caso, pero es bien fácil identificar los métodos utilizados por un puerco (con el perdón de los cerdos) y enseguida supe que era un policía.
En su supuesta intención de defendernos, me mostró varias fotos donde aparezco yo y unxs amigxs, y “amistosamente” me pedía nombres y especificaciones y enseguida pensé, ¿cómo puede un policía querer actuar como compañero si en su corazón no existe ya la dignidad? Pues en su formación intrínseca se les domestica como perros de caza al servicio de un amo, al son de obedece y no cuestiones, sólo actúa y no sientas, dándoles una singular forma de babear y un brillo de acoso malicioso en sus miradas.
En lo personal me reivindico como anarquista de praxis insurreccionalista, entendiendo por esto, la ruptura con toda forma de dominación mediante la lucha diaria, pensando y repensando métodos y objetivos, partiendo de la libre voluntad del individuo a la organización de las relaciones sociales de manera horizontal, capaces de decidir sobre nuestras propias vidas, empezando por la destrucción de nuestros propios paradigmas mentales que nos asocian a la obediencia y sumisión, para trascender a la conflictividad de manera permanente e informal.
Sé que la solidaridad entre anarquistas es fuerte como un roble, como el que va más allá que la simple palabra.
Solidaridad con Gustavo Rodríguez, Mario González, Amelie Truedeau, Fallon Poisson, Gabriel Pombo, Felicity Ryder y todxs lxs compañerxs en situación de deportación, fuga o cárcel.
Carlos López “El Chivo”
Separos Procuraduría General de la República, Camarones, Distrito Federal.
¡Presos anarquistas a la calle!
¡Abajo los muros de las prisiones!