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Sali贸 libre el 18 de marzo de 2016

Actualizaci贸n:

Nestora Salgado Garc铆a, es la sexta de siete hijos e hijas de una familia del pueblo artesanal de Olinal谩, que vio marcada su vida por la p茅rdida de la madre Aurora, cuando Nestora ten铆a tan s贸lo once a帽os. Nestora solamente concluy贸 primaria debido a la falta de recursos en pueblo. Como muchas otras j贸venes de la regi贸n, se cas贸 joven: ten铆a tan solo 16 a帽os cuando contrajo matrimonio con un vecino de su comunidad. Con 茅l, procre贸 tres hijas: Saira, Rub铆 y Grisel.

Debido a las precarias condiciones de vida y a la falta de oportunidades laborales en el pueblo, Nestora se vio obligada a migrar con su esposo a los Estados Unidos de Am茅rica a inicios de los a帽os noventa, buscando el sue帽o americano que ha sido una evanescente promesa para mieles de familias de la regi贸n Monta帽a. Nestora tuvo que tomar la dif铆cil decisi贸n de dejar a sus hijas al cuidado de sus hermanos, con la esperanza de poder ofrecerles a ellas mejores condiciones de vida. Como muchas madres de la Monta帽a, se enfrent贸 a esa dif铆cil decisi贸n de irse lejos para alg煤n d铆a estar m谩s cerca en mejores condiciones.

Tras su llegada a Estados Unidos, Nestora se instal贸 en Bellevue, Washington. Ah铆 se emple贸 como recamarera en un Hotel. Por las tardes y por las ma帽anas, limpiaba departamentos. En el trabaj贸 dom茅stico dur贸 alrededor de siete a帽os. En esos momentos, Nestora tom贸 una de las decisiones m谩s valientes de su vida: opt贸 por una separaci贸n conyugal aun cuando esa decisi贸n le implic贸 vivir sola en una situaci贸n irregular en un pa铆s donde la persecuci贸n a la migraci贸n indocumentada se ha acrecentado con los a帽os.

Debido a su perseverancia y trabajo arduo, Nestora logr贸 regularizar su situaci贸n migratoria en el a帽o 2000 y en el 2008 adquiri贸 su ciudadan铆a norteamericana. Durante estos a帽os, construy贸 una nueva vida junto a su compa帽ero Luis, quien por cierto a煤n vive en el pa铆s vecino y es el m谩s activo promotor de la liberaci贸n de Nestora en Estados Unidos.

En octubre del 2002, Nestora regres贸 por segunda vez desde su partida a su natal Olinal谩. Durante su estancia sufri贸 un accidente automovil铆stico en el trayecto que va de Tlapa a Huamuxtilan, junto con su padre y un hermano. Fue un momento arduo: se lesion贸 severamente la columna y se qued贸 sin poder caminar por dos meses. Nestora volvi贸 a los Estados Unidos para acceder a la atenci贸n de salud que su pa铆s no le garantizaba.

M谩s adelante, Nestora decidi贸 regresar a Olinal谩 permanentemente en el 2004, junt贸 a Luis, para trabajar las tierras de su padre y consolidar proyectos familiares que anhelaba desde su partida al pa铆s vecino. Entonces, al volver a su ra铆z tras la maduraci贸n que solo da el trabajo arduo y la distancia, Nestora mir贸 con otros ojos la situaci贸n de su comunidad; las condiciones de vida depauperadas de quienes trabajan el campo en le Monta帽a; pero tambi茅n la situaci贸n de inseguridad que ya entonces se gestaba en Olinal谩 y sus alrededores.

Pero lo que ocurr铆a entonces era tan solo un p谩lido preludio de lo que vendr铆a. En el a帽o 2011, la delincuencia se ense帽or贸 en Olinal谩: incrementaron los secuestros, los robos a casa habitaci贸n, los asaltos a plena luz del d铆a, las extorsiones y los asesinatos, sin que las autoridades intervinieran. La poblaci贸n comenz贸 a vivir con temor y enojo.

Un hecho que cimbr贸 a Nestora y al pueblo de Olinal谩 fue la desaparici贸n y posterior ejecuci贸n de un joven taxista, cuyo cuerpo fue encontrado el viernes 26 de octubre de 2012. Durante su entierro, realizado al d铆a siguiente, la poblaci贸n detuvo a una persona que de manera sospechosa se encontraba tomando fotograf铆as entre quienes hab铆an asistido al funeral; entonces, lo entregaron a la polic铆a municipal. Cuando los habitantes todav铆a estaban en el pante贸n, circul贸 el rumor de que hab铆an secuestrado a otro transportista, lo que enfureci贸 a los pobladores. Aunado a ello, les indign贸 que sin ninguna investigaci贸n de por medio quedara en libertad el joven que minutos antes hab铆an entregado a la polic铆a municipal. Aqu茅l d铆a sonaron las campanas del pueblo y la gente se reuni贸 en el centro para discutir en asamblea qu茅 har铆an frente a la inseguridad. Desde el medio d铆a de ese 27 de octubre de 2012, los hombres y mujeres de Olinal谩 decidieron tomar en sus manos su seguridad y qued贸 conformado el Consejo de Supervisi贸n y Vigilancia.

El esfuerzo organizativo de Olinal谩 tuvo eco en la regi贸n y un reconocimiento expl铆cito del estado; primero por autoridades estatales de medio nivel y despu茅s por el mismo gobernador. El 15 de noviembre de 2012, 脕ngel Agurre Rivero se reuni贸 con el Consejo y se comprometi贸 a que durante los 3 a帽os de la gesti贸n del Presidente Municipal en turno, el Ej茅rcito permanecer铆a en la cabecera realizando funciones de la polic铆a municipal, pese a que la poblaci贸n extern贸 que no ten铆a confianza en dichos elementos debido a que en reiteradas ocasiones hab铆an sido vistos platicando con personas identificadas como delincuentes. Igualmente, el Gobernador se comprometi贸 a respaldar la conformaci贸n de una polic铆a comunitaria. Viendo a Nestora a los ojos, seguramente admirado por su carisma como tantas personas que la han tratado, el mismo Gobernador reconoci贸 su fuerza y su encomiable labor.

Sin embargo, las cosas cambiaron al poco tiempo. El Gobierno del estado no cumpli贸 los compromisos asumidos frente al Consejo y, paralelamente, el Presidente Municipal se manifest贸 en contra de la conformaci贸n de la polic铆a ciudadana. En un movimiento cl谩sico de cooptaci贸n, despu茅s integr贸 a algunos trabajadores y a gente cercana a 茅l al Consejo, que terminar铆a siendo desintegrado. No qued贸 otra opci贸n para el pueblo de Olinal谩: el 24 de marzo de 2013, la Polic铆a Ciudadana tom贸 protesta en la Escuela Secundaria Federal y march贸 por las principales calles de la poblaci贸n.

El proceso organizativo no parar铆a ah铆. El 18 de mayo de 2013, alrededor de 170 hombres y mujeres integrantes de la Polic铆a Ciudadana de Olinal谩 se adhirieron a la CRAC-PC. Nestora, por su arrojo y su liderazgo nato, fue nombrada por la asamblea como Coordinadora.

Pero la fuerte confrontaci贸n entre la CRAC-PC y las autoridades municipales no ces贸. Esa disputa se encuentra en el origen del operativo de dimensiones desproporcionadas con participaci贸n de fuerzas de seguridad estatales y federales, as铆 como las fuerzas armadas, que el 21 de agosto de 2013 irrumpi贸 en Olinal谩 para ejecutar una orden de aprehensi贸n en contra de Nestora Salgado. Algunos de los elementos que ejecutaron la orden de aprehensi贸n conoc铆an a Nestora por su liderazgo comunitario; cuentan que al detenerla, no falt贸 quien le pidiera disculpas por una detenci贸n que los mismos captores entend铆an como parte de un turbio entramado pol铆tico.

Tras una serie de violaciones a los derechos de Nestora, el Gobierno del estado de Guerrero, con la complacencia de la Federaci贸n, arbitrariamente y sin ninguna justificaci贸n, traslad贸 a Nestora al Centro Federal de Readaptaci贸n Social de Tepic, Nayarit. Hasta el d铆a de hoy, ah铆 se encuentra privada de su libertad, acusada del delito de secuestro, dentro de la causa penal 142/2013-II, que se instruye en el Juzgado 2潞 de Primera Instancia del Ramo Penal del Distrito Judicial de Los Bravo, con sede en Chilpancingo, Guerrero. El Juez a cargo del proceso, legalmente responsable de la libertad de Nestora, fue observador pasivo de este traslado arbitrario.

La mujer que reconstruy贸 su identidad en la lejan铆a de la migraci贸n para volver a su pueblo a revertir la inseguridad -pudiendo haber permanecido en Estados Unidos para cosechar lo que hab铆a sembrado tras a帽os de trabajo arduo- es para el Gobierno de Guerrero una secuestradora. En los hechos, quien ha permanecido secuestrada desde agosto es ella, pues las restricciones del penal en la que la internaron la mantienen casi en la m谩s absoluta incomunicaci贸n. Lejos de sus hijas, el fr铆o de la celda se le cuela por la espalda lastimada y mina su salud.

Hoy, la familia de Nestora -sus hijas, sus nietos, su esposo, sus hermanos y sus hermanas- la espera ansiosamente para recorrer las calles de Olinal谩 a las que ella -y no el gobierno- les devolvi贸 la seguridad. Para ello, el primero paso es acercarla a Guerrero; el segundo, volver a nombrar las cosas por su nombre y reconocer que s贸lo en los renglones torcidos del sistema de justicia el nombre de Nestora se puede asociar a la vil ocupaci贸n de los secuestradores.


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