Perote, Ver., 11 de abril. Vivir en el poblado La Gloria es igual a someterse a los dictados de la poderosa empresa Granjas Carroll de México (GCM). Enfrentar al consorcio que contamina agua y aire, dicen sus habitantes, es pelear en solitario con un monstruo que ha cooptado a las autoridades para evadir cualquier castigo.
Pese a ello, en La Gloria se gestó un movimiento que suma ya 20 poblados de Veracruz y Puebla que desafían a la trasnacional, aun cuando cinco de sus dirigentes enfrentan procesos judiciales por oponerse a la instalación de los criaderos de cerdos, que, dicen, contaminan el ambiente.
Enfrentar a esta empresa tiene sus riesgos. Guadalupe Serrano Gaspar, de 66 años de edad, fue detenido el 8 de abril de 2008 por policías vestidos de civil que lo trasladaron al penal de San Miguel, en Puebla, acusado por el gobierno de Mario Marín Torres de atentar contra las vías generales de comunicación. Luego de pagar fianza de 8 mil 500 pesos, pudo recuperar su libertad, pero a un año de su encarcelamiento el proceso penal sigue abierto en el jugado primero de distrito con sede en Puebla.
El expediente 10/2007 involucra a Margarita Hernández Burgos, Luis Martínez Crisóstomo, María Verónica Hernández Arguello –maestra del bachillerato– y Bertha Crisóstomo Lara, agente municipal del poblado. Todos fueron acusados penalmente luego de una marcha que bloqueó la carretera federal Achichica-Perote, el 10 de enero de 2007, para exigir el retiro de los criaderos de cerdos.
Adicionalmente, los cinco enfrentan procesos abiertos en la Procuraduría General de Justicia en Veracruz por difamación contra la empresa.
«Protestar porque nos están envenenando es temer siempre de que nos vaya a suceder algo; aquí Granjas Carroll es la que manda, aun sobre las autoridades», resume Hernández Burgos, quien ha recibido amenazas que, asegura, provienen de la empresa, entre ellas un anónimo que desconocidos pegaron el año pasado en la puerta de su casa y que decía: «estás consciente de cómo vas acabar, como han acabado otras personas que se oponen como tú».
La mujer pasó de ser ama de casa a una de las dirigentes del movimiento ambientalista que desde 2005 rechaza la construcción de un criadero de cerdos en La Gloria.
Indolencia de autoridades
Pese a haber estado en la cárcel, Guadalupe Serrano Gaspar no desiste en sus denuncias. Recientemente solicitó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) renovar su credencial de vigilante ambiental, pero la misma le fue negada, supuestamente a petición de GCM.
Los escritos dirigidos al gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, nunca han sido respondidos y las denuncias ante Profepa y Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales simplemente se archivan, señala.
Del lado de Puebla, el gobierno de Mario Marín respondió con una denuncia por atentado a las vías generales de comunicación cuando los lugareños marcharon en las carreteras contra Granjas Carroll.
Daños evidentes
Los activistas han documentado el perjuicio ecológico, ya evidente en el valle de Perote, como las lagunas de oxidación donde vierten excrementos y residuos químicos a cielo abierto y sin membranas ecológicas que impidan la filtración de líquidos a los mantos freáticos. Eso sin contar los olores fétidos que infestan todo el valle.
Además de soportar la pestilencia de las galeras de cerdos, los pobladores padecen la merma en los mantos acuíferos, pues el agua se usa para abastecer las granjas porcinas en lugar de servir para el consumo humano.
Al parecer, esa contaminación habría sido la causante de un brote de infecciones respiratorias ocurrido recientemente en La Gloria, cuando muchos habitantes enfermaron de neumonía. La infección aparentemente fue transportada por nubes de moscas que se reproducen en los vertederos de desechos, por lo que la situación obligó a la Secretaría de Salud de Veracruz a decretar alerta sanitaria y establecer un cordón epidemiológico en la comunidad.
Uno de los ambientalistas recordó que en 2008, cuando se abrió un nuevo proceso en su contra por difamación ante la agencia del Ministerio Público de Perote, el encargado de la oficina les recomendó: «no se metan con empresas que manejan dólares, ustedes están muy pobres para poder con ellos».
El 20 de enero de 2006, el entonces diputado local perredista Atanasio García Durán mostró documentos La Jornada en los que se refiere que la trasnacional Granjas Carroll fue sancionada y expulsada de Carolina del Norte y Virginia, Estados Unidos, por la contaminación ambiental que provocó.