Ejido Miguel Hidalgo, Chis. Policías estatales y federales asesinaron a balazos a seis campesinos de este ejido perteneciente al municipio de La Trinitaria, que desde hace casi un mes tienen en su poder las ruinas arqueológicas de Chincultic, situadas a tres kilómetros de este lugar.
José Velázquez, uno de los representantes del ejido, declaró a la prensa que en los hechos ocurridos en este ejido la tarde noche de este viernes resultaron más de diez heridos y una treintena de detenidos que se recuperan en un hospital de la ciudad de Comitán.
En las calles y algunas casas se observan rastros de sangre, casquillos de grueso calibre percutidos regados e impactos de bala.
“Parecía que los policías estaban drogados porque golpearon indiscriminadamente a niños, mujeres y personas de la tercera edad, y eso no se vale”, añadió Velázquez.
Cuando llegaron los primeros cuatro cadáveres la mañana de este sábado, los familiares de los muertos exigieron que se haga justicia “o la tomaremos en nuestras propias manos”.
Informó que los nombres de los campesinos muertos son Ricardo Ramírez Hernández, Ignacio Hernández López, Rigoberto López Vázquez, Alfredo Hernández Ramírez, Miguel Antonio Martínez y Agustín Alfaro Calvo.
El ejidatario dijo que antes de la “agresión”, los pobladores detuvieron y desarmaron a 77 policías que habían ingresado a la comunidad presuntamente para detener a las autoridades del lugar, donde habitan unas siete mil personas.
Las armas las tienen resguardadas en esta comunidad.
“Vinieron a agredirnos sin que hubiera razón para ello porque estaban en pláticas para tratar de resolver el problema de las ruinas” que se ubican a nueve kilómetros de las lagunas de Montebello, agregó.
Señaló que los pobladores de Miguel Hidalgo se posesionaron de las ruinas porque el gobierno “las tiene muy abandonadas y porque es justo que los recursos por su explotación nos queden a nosotros”.
Este sábado se pudo observar por lo menos ocho vehículos de la policía, que fueron dañados por los campesinos cuando enfurecidos por la muerte de sus compañeros se fueron sobre los agentes que dispararon sus armas, y fueron rescatados por otros uniformados ya por la noche del viernes.